La necesidad de financiación está presente en personas, Pymes y empresas por igual. Los créditos rápidos representan, tal vez, una de las mejores vías para obtener dicha financiación, sin contratiempo alguno.
Solicitar financiación es una actividad que a muy pocas personas les atrae. A menudo, esta aversión está sostenida en la cantidad de documentos, trámites y trabas burocráticas que las entidades financieras tradicionales exigen cumplir a sus clientes, antes ni siquiera de revisar su solicitud de préstamo. Por esa razón, los créditos rápidos son una solución definitiva, rápida, sin la ingente cantidad de documentación y trámites de las vías convencionales.
Son préstamos válidos para cualquier persona
En España hay muchas entidades que se encargan de ofrecer este tipo de financiación. Y una de sus principales diferencias (y ventaja, claro) es que cualquier persona interesada podrá optar a estos productos.
Cuando se dice “cualquier persona”, en efecto, se hace referencia a que cualquier ciudadano español o extranjero residente en España, a modo personal o como propietario de una Pyme, podrá solicitar un crédito rápido sin problema.
La flexibilidad es su principal virtud. Podrás encontrar préstamos sin nómina o pensión, por lo que no requieren de un justificante de ingresos para poder validar tus solicitudes, y también encontrarás préstamos con ASNEF, ideales para personas que lamentablemente se puedan encontrar en este listado, que limita de forma tajante el acceso a otros métodos de financiación.
El tiempo de aprobación es instantáneo
Adicionalmente a la documentación exigida, el tiempo de aprobación de un crédito suele ser un punto en contra de los bancos, y un punto a favor de los créditos rápidos.
La mayor parte de las veces, cuando se requiere financiación, se requiere una respuesta rápida. Es una situación eventual y urgente, necesitando entonces préstamos para situaciones imprevistas.
La mayor parte de las empresas de préstamos ofrecen un tiempo de aprobación muy corto. Casi todas responderán positivamente en menos de 24 horas, y algunas incluso pueden aprobar tu préstamo en menos de 30 minutos. Algo impensable si te decides por préstamos con una entidad bancaria.
La inmediatez de aprobación forma parte de sus señas de identidad. Gracias a que son empresas que operan estrictamente por internet, las solicitudes y gestiones se realizan rápidamente, los formularios se completan en sus sitios web, y no requieren de trámites burocráticos que puedan ralentizar el proceso.
Sin trámites ni papeleos
Conseguir un crédito rápido es cuestión de contar con tu documentación personal y poco más, incluso empresas como Cofidis los ofrecen sin papeleo, más allá de lo básico: identificación, datos personales, dirección de domicilio y número de móvil.
En muchos casos, dependiendo de cuánto dinero necesites, no necesitarás de justificantes de pago o de ingresos, ya que el tiempo de devolución y los riesgos de impago serán muy bajos.
Soluciones urgentes
Son incontables las ocasiones en las que has podido necesitar dinero prestado. Para temas personales, familiares y hasta laborales; para salir de deudas puntuales o dar una aportación inicial para un proyecto impostergable que no quieres desperdiciar.
Las entidades bancarias tradicionales cuentan con solidez y mucha capacidad de préstamos, pero sus exigencias y trabas burocráticas son muchas, y algunas personas directamente quedan excluidas de la posibilidad de solicitar dinero, como las que están en ASNEF o no tienen forma de justificar sus ingresos mediante una nómina.
Más allá de eso, la principal desventaja es que, de ser aprobada tu solicitud con un banco, el trámite llevará posiblemente más de 1 mes, por lo que el tiempo que hayas invertido en ello puede ser contraproducente. Es ahí donde los créditos rápidos representan la mejor manera de solucionar problemas que tienen una fecha de vencimiento cercana.¿Vale la pena considerar siempre los créditos rápidos? Dependerá de cuánto dinero necesites, ya que sus límites máximos estarán entre 600 y 4.000 euros, así como también sus plazos para devolver el dinero. La mejor manera de tomar la decisión es analizar las ofertas en el mercado, y analizar si realmente es una financiación lo que necesitas para resolver ese problema puntual.