No hay misterio o bien magia en los condicionamientos para ser una persona más inteligente día tras día. Como todo en la vida es cuestión de esmero y dedicación. Solo hay una diferencia entre este y otros trabajos que deben empeñarse para lograr los objetivos que se desean: el ahínco para ser una persona más inteligente día tras día es una inversión que multiplica sus resultados a lo largo de siempre. Es la inversión por excelencia, la más esencial que cualquier individuo pueda hacer.
La inteligencia no es cuestión de capacitación, y tampoco de pautas biológicas. Es un proceso progresivo que debe ver con la interacción y las contestaciones que se dan a las cosas que suceden.
La inteligencia tiene en la activa el factor esencial para su desarrollo. No es un estado que se convierta de cuando en cuando, es un flujo de condiciones que cambia siempre y en toda circunstancia. Y depende de cada persona que ese cambio sea de beneficio y no conduzca a involución.
La inteligencia ha combatido siempre y en toda circunstancia las interpretaciones que la han confundido con la erudición, la sabiduría o bien el genio. Erudito es quien conoce algo con mucha profundidad. Sabio aquel que acompaña conocimientos con conducta prudente, y genio el que tiene sencillez para crear y también inventar cosas fenomenales o bien efectuar alguna actividad de forma imaginativa y refulgente.
Si los eruditos, sabios o bien genios son caracteres inteligentes o bien no, es otra cosa. Por el hecho de que la inteligencia debe ver en igual magnitud con la capacidad de comprender y desenvolverse en las cosas de la vida que con la acumulación y el ejercicio de conocimientos.
La capacidad de resaltar y triunfar en la vida no está asociada a erudición, sabiduría o bien genio, está relacionada a inteligencia. Y concretamente a la capacidad de ser una persona más inteligente día a día.
Estas son ciertas prácticas que asisten a lograr ese objetivo:
1.- Dedique tiempo a leer día a día.-
¡Simple!
Sin esta práctica no es posible desarrollar inteligencia, bien que esto sea en un proceso formal de educación o bien en la inercia establecida por la vida.
La psique es como un músculo (se ha escuchado esto desde siempre y en toda circunstancia), y se desarrolla dependiendo del empleo que tiene. Nada adiestra mejor “ése músculo” que la lectura.
Por medio de ella se pueden descubrir cosas nuevas y activar la imaginación. Las palabras, tanto en su forma escrita como verbal, son los ladrillos básicos de la convivencia social, y a través de ellas se puede conocer todo el planeta.
La inteligencia es prácticamente un homónimo de lectura, pues nada se ha descubierto todavía que forme fuente más completa de conocimientos y nuevas experiencias. Dedicar día tras día un instante a la lectura adiestra y desarrolla el cerebro. Hacerlo en tópicos relacionados a lo que se pretende en la vida, produce un perfil competitivo inigualable.
dos.- Concéntrese en desarrollar su comprensión.-
Desarrollar inteligencia implica más que el simple hecho de absorber información. Es cuestión de comprender con profundidad aquello que se aborda.
La entendimiento (que es de lo que trata realmente el comprensión), es producto de factores simples, muchos de ellos relacionados a la actitud de las personas. Para entender es preciso prestar atención, percibir con interés, ser empático con el resto, tener paciencia, deSeo y ambición de aprender.
Enfocarse en desarrollar comprensión es privilegiar esa predisposición que tienen realmente pocas personas de aprender algo día a día. De integrarse con la realidad y consustanciarse con todo cuanto les sucede.
Entender las cosas de la vida responde a un acercamiento horizontal, una visión panorámica de lo que sucede en ella. Un anhelo de integrarse de manera consciente con lo que pasa. Por otro lado, asimismo es esencial entender a profundidad (o sea con un acercamiento vertical), cosas específicas: oficios, habilidades, experticias, habilidades, etcétera
¡Desarrolle su comprensión!
Entienda las cosas que pasan a su alrededor y profundice el comprensión de algún oficio o bien labor. Una en la que pocos tengan igual virtud. De esto se trata la distinción y la construcción del perfil competitivo.
Y es una forma elemental de ser una persona más inteligente día tras día.
tres.- Cuestione las cosas de forma permanente y busque aclaraciones.-
El interrogante que más usan los pequeños cuando están desarrollando su inteligencia es ¿por qué razón?
De esta manera se deben cuestionar todas y cada una de las cosas que suceden. Solo así se llegan a entender auténticamente y se aúnan al conocimiento.
Ahora bien, la demanda para cuestionar las cosas que suceden corresponde a un ejercicio intelectual, uno imprescindible para el desarrollo de la racionalidad. No es una petición que deba confundirse desde los campos de la inteligencia sensible, pues nada se gana con preguntarse ¿por qué razón me pasa esto o bien por qué razón me sucede a mí? No se trata de estas cosas. El cuestionamiento que se pide está relacionado a la entendimiento y el comprensión.
Hacer preguntas es un acto de soberana inteligencia.
La innovación procede siempre y en toda circunstancia del hecho de consultar y ser curioso. Es la manera en que se amplían las fronteras de la realidad y de la propia mentalidad. Tener una psique abierta a todo y sin atadura a nada es la manera de pasar de la inteligencia a la sabiduría y también iluminación. Este camino solo puede transitarse activando la curiosidad, haciendo preguntas, cuestionando las cosas, buscando aclaraciones.
Los ojos de los pequeños relucen el instante de hacer una pregunta y emiten destellos cuando procesan las contestaciones. Ese es el signo de desarrollo que experimenta la inteligencia, el éxtasis de la psique al reconocerse enriquecida.
cuatro.- Diversifique su día.-
Haga siempre y en todo momento cosas nuevas, o bien cuando menos trate de hacerlo de manera regular.
Las rutinas son buenas en tanto dejan lograr eficacia, igual que los hábitos. Mas lo peligroso es que la propia rutina se transforme en hábito, pues eso ya es una muestra de debilidad.
Cuando la rutina se transforma en hábito y algo la afecta o bien fuerza a mudar, la persona puede derrumbarse.
Es bueno ser apóstol del orden mas no entusiasta, pues la vida por último está desarrollada para el cambio y la inseguridad. Por esto tiene ventaja aquel que se desenvuelve en el desorden con exactamente la misma eficacia que en el orden.
Absolutamente nadie logrará ser una persona más inteligente día a día haciendo exactamente las mismas cosas siempre y en toda circunstancia. Esto riñe con exactamente la misma lógica del conocimiento, pues este demanda siempre y en todo momento exploración y nuevas fronteras.
La riqueza de una vida puede medirse bien conforme a ese viejo eslogan del “hombre Marlboro”, para quién “ningún día era igual al anterior”. Hay indudablemente mucho valor en ese concepto: la capacidad de implicarse siempre y en toda circunstancia con lo nuevo y diferente, lo fresco y renovado.
Llegar a ese estado puede ser tan simple como diversificar las labores del día.
cinco.- Revise la información aprendida.-
Esta es la era de la información.
Que por otro lado no es conocimiento. Y en nada contribuye con la inteligencia si no es integrado.
En esta era, todas y cada una de las personas están sometidas a toneladas de información día tras día. Si ciertamente pudiese pesarse físicamente la que le llega a cada individuo (si se transformara en documentación escrita, por servirnos de un ejemplo), pesaría en verdad muchas toneladas. ¡No es una exageración!
A fin de que la información sea de provecho ha de ser primero procesada, aprendida y después revisada habitualmente y profundidad. Si lo aprendido no se deposita en la memoria de largo plazo, en poco aprovecha y sirve para el propósito de edificar una ventaja a nivel competitivo. Si se quiere que la información quede en la memoria de largo plazo es esencial comprobar periódicamente lo aprendido.
Sirve tomar notas y hacer resúmenes de lo visto o bien aprendido. Ayuda desarrollar la costumbre de llevar un diario o bien registrar las experiencias rutinarias. Todas y cada una forman formas de comprobar lo aprendido. Procesarlo. Y habilitar de este modo un “impermeable” para la tormenta de información y datos que golpea todos y cada uno de los días.
La psique se resguarda sola de la agresión de información que recibe a cada momento. Y este mecanismo de defensa consiste en “descartar” todo lo que resulta posible. En ese proceso tiene exactamente el mismo destino lo útil y lo inútil. Por esta razón es preciso fijar la información ventajosa (y el propio conocimiento), en la memoria de largo plazo.
Esto se logra examinando de forma permanente lo aprendido.
seis.- Haga el seguimiento de sus ideas.-
Hacer seguimiento de las ideas desea decir, entre otras muchas cosas, que estas no acaben siendo un simple “divertimento intelectual”.
Ideas por último tienen todos, y abudantemente. Mas que sean de beneficio práctico para uno mismo y la colectividad está en función de que se activen, se lleven a la práctica o bien cuando menos exista la firme pretensión de hacerlo. Pues en el caso de las ideas sirve del mismo modo el proceso que el fin. Intentar materializarlas vale tanto como la eventualidad de haberlas concretado.
Hacer seguimiento de las ideas es un poderoso ejercicio intelectual. Implica exactamente el mismo trabajo que prosigue al descubrimiento de una ruta, esto es la consolidación del descubrimiento, la organización de la vía de acceso y el desarrollo de todo a su alrededor.
Las ideas son producto de la imaginación y la inventiva, mas el seguimiento las introduce en los dominios de la inteligencia, que en último término es el puente ideal a fin de que se transformen en una realidad.
No todas y cada una de las ideas se pueden poner ciertamente en práctica, mas el hecho de hacerles seguimiento acrecienta la probabilidad y le deja a una persona ser más inteligente día a día.
siete.- Permítase mudar.-
Las personas inteligentes se dan el permiso de cometer fallos, de fallar en el intento de lograr lo que se plantean. Del mismo modo mudar el curso de las labores, y lo que es más esencial, mudar mismos.
El cambio es por último una apertura a lo nuevo, a hechos y situaciones que se hallan fuera de la frontera reconocida de conocimientos. El cambio es vida. Es la manera de respetar el flujo de la energía que mueve todo en el cosmos.
No hubiera de ser complejo que el ser inteligente reconozca las virtudes que representa el cambio. Mas es preciso repetirlo pues las aristas más esenciales de la necesidad de ser flexible siempre y en toda circunstancia se mimetizan en la turbulencia de la rutina y los convencionalismos. Mudar paradigmas y modelos de pensamiento no es fácil, ni tan siquiera para las psiques más inteligentes. Retar las ideas, singularmente las propias, tratarlas y discutirlas con otros, oír y valorar situaciones extrañas, lucrarse con el conocimiento del resto, no es una práctica común. Mas es lo que debe hacer activamente la persona que busca ser más inteligente día a día.
Y no hay pérdida en el empeño, por el hecho de que en tanto más inteligente sea uno, más veloz va a ser triunfante.
DATOS DEL AUTOR.-
Carlos Eduardo Nava Condarco, natural de Bolivia, radica en la urbe de Santa Cruz de la Sierra, es Administrador de Empresas y Empresario. Hoy en día se desempeña como Gerente de su Empresa, Asesor de Estrategia de Negocios y Desarrollo Personal, escritor y Entrenador de Emprendedores.
Autor del libro: “Emprender es una forma de Vida. Desarrollo de la Conciencia Emprendedora”
WEB: www.elstrategos.com
Mail: [email protected]
Facebook: Carlos Nava Condarco – El Strategos
Twitter: @NavaCondarco
seiscientos noventa y unoShares