Sánchez prepara un cambio profundo en la dirección del Partido Socialista Obrero Español para rearmarlo de cara al ciclo electoral

Cuando menos, hay ya un horizonte temporal cierto. El sábado. El veintitres de julio, Pedro Sánchez despejará todas y cada una de las dudas de los ajustes que ha desarrollado para su bóveda en el Partido Socialista Obrero Español. Y van a ser profundos, por la primera señal, poderosa, que mandó este martes: la convocatoria para ese día del comité federal del partido, el máximo órgano de dirección. Mas, desde ese punto, las certidumbres se descabullen por el hecho de que aún no ha procedido a los nombramientos, a descubrir siquiera qué nueva estructura tiene en la cabeza. Si bien sí semeja más que afianzado que el núcleo duro de la Moncloa va a ganar más terreno, más repercusión, más poder, aparte de que ese triunfo se traduzca en un desembarco de sus altos cargos en Ferraz. El nombre que más figura en las quinielas es Antonio Hernando, directivo adjunto de Gabinete. Mas en las apuestas internas asimismo surgen otros líderes en ascenso y muy identificables en la formación: el exlendakari Patxi López en una portavocía o la ministra Pilar Alegría en un puesto más relevante en la ejecutiva.

Una vez que Adriana Lastra dimitió el primer día de la semana como vicesecretaria general, el líder podía haber aguardado hasta tras el verano para repensar su ejecutiva del Partido Socialista Obrero Español y ponerla a puntito de cara al ciclo electoral. Podía haber hecho un pequeño retoque y punto. Mas decidió sofocar la sofocación del partido fijando una data, el sábado, y citando a su comité federal. O sea, que aceleró y lanzó el mensaje, como confirmaban fuentes de su ambiente en la Moncloa y en Ferraz, de que se dispone a una rehabilitación de calado, pues al convocar al límite peldaño de poder tiene manos libres para introducir todos y cada uno de los cambios orgánicos que desee. Los estatutos prescriben, en su artículo trescientos cuarenta y cuatro, que la cobertura de vacantes o la reorganización de la dirección ha de ser aprobada por la ejecutiva y ratificada por el comité. Para este sábado, están citados la bóveda primero y el máximo órgano ahora.

En las últimas horas se había barajado la posibilidad de que Sánchez decidiese montar un comité electoral para aceitar la relación con Ferraz, que llevase las bridas de las campañas de las autonómicas y municipales y después de las generales. Una especie de ‘ejecutiva paralela‘. Mas para aprobar su capacitación bastaba con reunir a la ejecutiva federal. Que el presidente cite al comité es indicativo de que va a mover las piezas de su bóveda, la que fue votada en el 40º Congreso Federal, el pasado octubre, por un noventa y cuatro con noventa y cuatro por ciento de los encargados. Esto es, que seguramente cubra la plaza libre de Lastra, mas asimismo puede remover la cuestionada portavocía del Partido Socialista —en manos de Felipe Sicilia, muy próximo a la ex número dos— o aun designar a un nuevo secretario de Organización, en substitución del navarro Santurrones Cerdán. Exactamente, la bastante difícil cohabitación de este y Lastra explica tanto el apremio del partido como la resolución del presidente de precipitar los relevos.

El Partido Socialista Obrero Español convoca un Comité Federal este sábado tras la renuncia de Lastra como vicesecretaria general https://t.co/FR5UPfVmtq pic.twitter.com/EFYuvW2jNZ

— Europa Press TV (@europapress_tv) diecinueve de julio de dos mil veintidos

«Ferraz ha flojeado»

«Lo que está claro es que Ferraz ha flojeado en estos meses. No está. Y si Pedro debe entrar en Ferraz es por el hecho de que Ferraz no marcha, y precisa al Partido Socialista (y a Unidas Podemos) a máximo rendimiento. Precisa aceitar la maquinaria del partido para el año y medio que viene, y precisa de un engranaje que funcione 24/7″, examina un alto cargo de la Moncloa. ¿De qué manera se materializa? «Puede haber un comité electoral que por arriba diseñe ideas, planifique grandes líneas, mas los soldados los debe poner el partido, pues si el Partido Socialista Obrero Español pierde tensión, que es lo que ha ocurrido en Andalucía, no existe nada que hacer». «Los comités electorales los hemos tenido para papeletas y censos… ¿Va a reemplazar un comité a la ejecutiva federal? Carece de sentido eso, por el hecho de que además de esto en los comités metes al núcleo duro de la dirección», ilustra un barón regional de peso. En Ferraz asimismo se mantiene exactamente la misma tesis: que una vez que Lastra ha allanado el camino, el líder va a aprovecharlo para reordenar su casa, mudar el chasis, alterar el corazón del poder.

Sánchez podría situar a sus cargos de confianza de la Moncloa en el comité electoral, para hacer perceptible quiénes son los semblantes del poder socialista. El primer anillo de poder lo conforman su directivo de Gabinete, Óscar López, y su dos, Antonio Hernando, más el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Con los dos primeros el presidente recobró la relación en dos mil veintiuno tras años de distanciamiento: tras verse tumbado por los barones en dos mil dieciseis, los dos, que habían sido sus cooperadores, le dieron la espalda. López dirigió la campaña de primarias de Patxi López, y Hernando prosiguió como portavoz en el Congreso. Sirvió a la gestora para pasar del ‘no es no’ a Mariano Rajoy que enarboló Sánchez a la abstención, giro que fue muy injuriado interiormente. Mas Sánchez salvó a los que eran sus dos íntimos amigos en el partido, pues los 3 trabajaron bajo el mando de Pepe Blanco cuando este era secretario de Organización de José Luis Rodríguez Zapatero. «Todos aprendieron entonces de qué manera se dirige el aparato y de qué forma se ganan elecciones», valora hoy un alto mando de la Moncloa.

¿Aterrizará de hecho Hernando en Ferraz, con galones? No se sabe aún. Ni tampoco, si es así, en qué puesto recalaría. Hay quienes no lo ven a los mandos del aparato o en un cargo relevante en la dirección socialista, pues su tarea «es precisa en la Moncloa«, dado que es la persona que organiza la acción política del Gobierno. Su nombramiento sería una bomba, exactamente por los recelos que provoca en el sanchismo de pura cepa. Otros sí piensan que podría ser promocionado. Hernando es una figura indispensable en esta nueva etapa de Sánchez, de eso no hay duda, alén de si pasa al partido.

¿Ajustes asimismo en el Gobierno?

De cualquier forma, la Moncloa ganará presencia en la activa rutinaria del partido. Para comenzar, pues Sánchez seguramente corregirá la disfunción existente, ya que la relación de Lastra con Hernando no podía ser fluida: , cuentan quienes la conocen bien, no podía digerir que aquellos que habían traicionado al jefe en dos mil dieciseis volvieran a estar al lado de él. «Mas este partido se rige desde la Moncloa. Siempre y en todo momento ha sido así —señala un presidente autonómico—, es un partido de gobierno que está al servicio del país. Pedro sí ha perdonado a Antonio y Óscar, mas la tropa no olvida, tiene el recuerdo de las noches en la trinchera».

Otro nombre en ascenso es el de Patxi López, secretario de Memoria Democrática y Laicidad de la dirección federal. Ahora se le mira como posible nuevo portavoz en el Congreso, en substitución del canario Héctor Gómez, si bien hay quienes asimismo le ven como portavoz de la ejecutiva, en vez del jiennense Felipe Sicilia. En la bóveda advierten de que fue muy significativo que, la semana pasada, en la segunda jornada del discute sobre el estado de la nación, Sánchez le reivindicara por su contribución al fin del terrorismo y le abrazase afectuosamente. El exlendakari acumula una larga trayectoria política y es apreciado en el partido. La crítica a Sánchez, en verdad, era que estaba muy desaprovechado desde el momento en que lo integró en su dirección en dos mil diecisiete. No formaba una parte de su círculo de confianza ni se lo llevó al Gobierno. Remover a los portavoces parlamentarios es un trámite que aprueba la dirección, sin pasar por el comité.

Asimismo circula en el Partido Socialista Obrero Español la idea de una posible promoción de la ministra de Educación, Pilar Alegría, valor al alza. ¿Tal vez como nueva vicesecretaria general? Es una alternativa que ronda en los mentideros del partido, por el hecho de que además de esto el presidente precisa una mujer a su lado. Alegría ya fue secretaria de Organización del Partido Socialista aragonés, portavoz de la campaña de Susana Díaz en primarias, consejera regional. Y ahora es vocal de la bóveda federal. Se conoce bien la capacitación y se aprecia que sabe contestar al PP. Pues lo que precisa la Moncloa, señalan fuentes gubernativos, es fortalecer el perfil de la ejecutiva del Partido Socialista Obrero Español para «cubrir los flancos» y agredir a los conservadores sin ataduras en un largo año electoral que va a ser «durísimo» y en el que Alberto Núñez Feijóo parte en mejor situación, ya puesto como primera fuerza aun en el CIS, como mostró su barómetro de julio conocido este martes. La promoción de Alegría, además de esto, abriría la duda de si es precisa una reestructuración inmediata del Ejecutivo o se deja para cuando haya que hacer ajustes para sacar ministros a candidaturas electorales.

Cerdán, en el punto de atención

Una figura en el punto de atención es la de Beatos Cerdán. Los cercanos a Lastra dan por sentado que va a caer con la rehabilitación interna. «Quien comenzó todo este lío, malquistando contra ella, fue . ¿Y ahora lo va a premiar a él?», se preguntan. En el círculo de la exvicesecretaria apuntan que se fue «anticipándose» a un vaciamiento de sus funciones y «harta de las presiones, de todo el planeta, de rumores, de la quinta planta» de la sede federal del Partido Socialista Obrero Español. O sea, de Organización. Por eso comprenden que Cerdán, «por dignidad«, debería renunciar. Mas no opinan así otros líderes consultados que, si bien reconocen su muy escasa visibilidad, sí le reconocen su relación orgánica con los territorios, que siempre y en todo momento ha fluido sin inconvenientes.

Noticias relacionadas

Sánchez ya empezó a girar la nave con la rehabilitación del Gobierno de hace un año. Se deshizo de una parte de sus fieles, con la traumática caída de Carmen Pelado y José Luis Ábalos —y la festejada caída del directivo de Gabinete, Iván Redondo—, y empezó a reconciliar el partido, borrando el primer sanchismo. Ahora podría emprender la segunda una parte de esa operación, laminando por completo al círculo original que le animó a dar la batalla en las primarias contra Susana Díaz de dos mil diecisiete. De ese anillo, solo queda Cerdán. Algo que impropia a los que entonces le acompañaron. «Esto es una ópera de extras en torno a un tenor y su carrera política, no pintamos nada absolutamente nadie. ¿Pasamos de un giro a la izquierda anunciado en el discute de la nación a que ahora tomen el mande los ‘Blanco boys’, los que traicionaron el ‘no es no’? ¿Cuáles son entonces sus principios y sus fundamentos?», destaca una veterana.

El presidente pretende lanzar un mensaje definitivo puertas para dentro (y para fuera), haciendo un lavado de cara profundo de la dirección que mismo escogió hace menos de un año. «Mas da igual: mandará , y solo«, concluyen los que sospechan de sus movimientos. El Partido Socialista Obrero Español prosigue pendiente.