Los vehículos prosiguen incorporando funciones de todo género, que asisten a facilitar la conducción responsable y a asegurar la comodidad del conductor y sus acompañantes. Esta evolución se aprecia en los botones del salpicadero del vehículo, que en cuestión de décadas se han multiplicado y, consecuentemente, han dado sitio a que los usuarios ignoren ciertas de sus finalidades.
Entre estos modos se halla un enorme ignoto como la ‘recirculación de aire’ (símbolo de un turismo con una flecha en su interior). Esta alternativa deja escoger desde dónde se recoge el aire que entra al sistema de ventilación y por dónde se desperdigada. En otras palabras, se puede seleccionar si el aire que se emplea es del exterior o el interior del vehículo.
Diferentes utilidades
Este modo se debe activar cuando se circula por zonas con alta polución, malos olores, con polvo o humo. Así, a través de la recirculación se va a poder proseguir usando el aire acondicionado sin poner bajo riesgo la calidad del aire dentro del vehículo.
Noticias relacionadas
Además, tal y como expone el portal especializado Neomotor, este sistema asimismo resulta verdaderamente útil en verano o jornadas con elevadas temperaturas. En estos casos, es conveniente activar el aire acondicionado y, más tarde, encender la recirculación cuando empiece a salir aire frío. De esta mjanera, no solamente se logra reducir la temperatura en el turismo, sino se ahorra comburente. Además, este proceso puede emplearse al contrario en temporadas de frío como invierno, calentando el vehículo con la calefacción y activando la recirculación cuando ya se ha alcanzado la temperatura deseada.
Con todo, los especialistas aconsejan no sostener este modo activo más de diez minutos, ya que desde dicho periodo se debe renovar el aire del interior del vehículo.