El Sevilla y el Junventus están a un paso de disputar el próximo treinta y uno de mayo en Budapest la final de la Liga Europa, y para esto van a medir sus fuerzas el jueves en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán en un pulso terminante que se prevé igualado tras el empate por la mínima que se dio la semana pasada en Turín en la ida de esta semifinal.
En el Juventus Stadium, la escuadra italiana partía como clara preferida, ya que, aparte de su gran currículo europeo, asimismo está formado por una plantilla de mucho peso, mas se halló con un contrincante que pasa por su mejor instante de la época, lo que coincide con la llegada al banquillo de José Luis Mendilibar a fines de marzo como tercer técnico del curso en el intento de corregir una situación de riesgo de descenso.
El Juventus fue sorprendido en la capital piamontesa por un Sevilla realmente serio que estuvo cerca de retornar a la capital andaluza con un cero-1, mas la última jugada del partido se transformó en el empate con el que este jueves se reinicia una eliminatoria de la que va a salir el finalista que se va a medir al Roma o al Bayer Leverkusen. Los dos conjuntos, tras la irregularidad probada a lo largo de muchos meses, llegan a la cita en su mejor instante.
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Con estos condicionantes, el Sevilla se presentará el jueves en un estadio que ha colgado el cartel de sold-out en pos de acceder a la que sería su séptima final de la Liga Europa tras haberlas ganado las 6 veces precedentes, hasta el punto de que absolutamente nadie en el club habla del derbi del domingo en LaLiga en frente de su ‘eterno rival’, el Betis.
La ‘Juve’, por su lado, llega al Sánchez Pizjuán con las buenas sensaciones que dejó el último empate de la ida, si bien con la marcada baja del francés Paul Pogba, que poquito a poco estaba volviendo a su mejor nivel y se presentaba como una enorme baza para Massimiliano Allegri.