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Jeena Panesar, una joven británica de diecinueve años, ha compartido la trágica experiencia en la que este objeto rutinario prácticamente le cuesta la vida
Es una patentiza que la seguridad vial ha mejorado con el paso del tiempo. Las implementaciones en los sistemas del vehículo y las incesantes actualizaciones en la ley de Tráfico han tolerado reducir sensiblemente los accidentes de tráfico y la gravedad de exactamente los mismos.
Sin embargo, tal y como patentiza el testimonio de una maestra británica de la Universidad de Derby, existen objetos rutinarios que, a pesar de pasar desapercibidos, pueden llegar a resultar mortales en el caso de padecer un accidente al volante.
El riesgo de una pinza
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La joven Jeena Panesar, de diecinueve años, ha compartido su trágica experiencia en un accidente de vehículo que tuvo lugar el pasado veinticuatro de enero, cuando perdió el control de su vehículo a raíz de la poca visibilidad por la bruma. Tal y como confirmaron los médicos del Queen’s Medical Center de Nottingham, Panesar padeció un corte de treinta centímetros en la cabeza por culpa de la pinza para el pelo que llevaba puesta en el instante del siniestro.
Jeena Panesar’s accident has left her with a 30cm wound and muscle damage in her forehead *DISCLAIMER – Images of scar wounds* #curiously pic.twitter.com/jXQ7SFBQWG
— Birmingham Live (@birmingham_live) catorce de marzo de dos mil veintitres
Como misma explica, dicha lesión prácticamente le cuesta la vida, por lo que ha decidido exponer su caso para advertir de los riesgos de este accesorio: «Recomiendo que se quiten las pinzas para el pelo ya antes de conducir, por el hecho de que me preocupa que pueda ocurrirle lo mismo a otra persona», ha dicho.