Para la literatura británica, los años ochenta fue la década espectacular. Fue entonces cuando eclosionó un conjunto increíble de escritores a quienes el editor Jorge Herralde llamó -si bien la denominación no traspasase las fronteras- el ‘Dream Team’ de las letras inglesas. Eran, con diferentes postulados e pretensiones, Julian Barnes, Hanif Kureishi, Salman Rushdie, Kazuo Ishiguro y Martin Amis, entre otros muchos. Y este último, Martin Amis, ha sido el primero en irse. Su esposa, Isabel Fonseca, ha anunciado su muerte en su casa de Lake Worth en Florida, a la edad de setenta y tres años, de un cáncer de esófago.
De ese equipo soñado, y bastante baqueteado después por la vida, Amis fue quien lo tuvo más simple o más bastante difícil, conforme se mire, para hacerse un nombre en las letras inglesas. Era hijo de Kingsley Amis, uno de los autores más corrosivos de los años cincuenta, y Martin cultivando un estilo bastante similar al de su padre, consiguió probar el más bastante difícil aún, que era tan bueno o más que . Hoy a las nuevas generaciones no les sonará apenas el nombre de Kingsley mas habría que decir que Martin, que se pasó toda la vida compitiendo con el espectro del padre, no logró nunca ganar el Booker -el sueño dorado de cualquier escritor en lengua inglesa- al paso que papá Kingsley, muy, muy grande dipsómano, sí lo consiguió en mil novecientos ochenta y seis. La enorme venganza de Martin fue ‘Koba el Temible’, una crónica sobre Stalin que fue asimismo un arreglo de cuentas con el pasado marxista de su progenitor, mas sobre todo ‘Experiencia’, una excepcional ‘memoir’ marcada por la muerte de este.
De Oxford al planeta
Nació en Oxford en mil novecientos cuarenta y nueve y se formó en los mejores y más escogidos institutos británicos hasta recalar en una adolescencia un tanto turbulenta que no hacía augurar el gusto que desarrollaría por la literatura. Entre los tumbos que dio por entonces se cuenta haber participado como actor en la espléndida película de Alexander MacKendrick ‘Viento en la velas’, como infante malévolo. Fue su madrastra, la asimismo escritora Elizabeth Jane Howard, la que le asistió a preparar su examen de ingreso en Oxford aconsejándole leer a Jane Austen. El enamoramiento fue total, Austen fue la llave que abrió la puerta de la escritura.
Con solo veinticuatro años, y un aspecto físico que no despreciaría una estrella del rock, publicó su primera novela ‘El libro de Rachel’ en mil novecientos setenta y cuatro en pleno apogeo del ‘swinging London’ y un par de años después, ‘Niños muertos’, una bomba de relojería humorística cargada de mala baba. Por entonces, y mientras que se confiaba a sus autores de cabecera, Nabokov y Saul Bellow, Amis se transformaba en el creador de tendencia.
La consagración vendría con ‘Dinero’, publicada en mil novecientos ochenta y cuatro, que aún hoy prosigue siendo considerada de las mejores novelas de la lengua inglesa y una de las que más acertadamente retrata el entorno brutalmente radicalizado en lo social de la era Thatcher, desde la perspectiva de un hombre que cultiva sin freno numerosas adicciones -la pornografía, las drogas, el alimento basura- si bien todas y cada una semejan poca cosa en frente de la que da título a la obra: el dinero. Después con ‘Campos de Londres’ haría un intento afín mas con algo menos de pegada.
Amis, además de esto, nutrió a lo largo de décadas el interés de la prensa por sus avatares vitales: sus novias, el fin de su primer matrimonio y el nuevo con la rica heredera de Norteamérica-uruguaya Fonseca, además de la rotura con el que fue su amigo del ánima, Julian Barnes, que se prosiguió como un culebrón. ¿La razón? Amis abandonó a su agente literaria Pat Kavanagh, esposa de Barnes, para lanzarse a los brazos del superagente de Norteamérica Andrew Wylie. En frente de la opinión pública que le acusaba no solo de haber escrito ‘Dinero’ sino más bien de arrodillarse frente al vil dinero, el escritor dedicó en ‘Experiencia’ no pocas páginas a explicar la resolución por el hecho de que precisaba el dinero para hacerse la totalidad de la dentición a base de implantes. Hasta esa amedrentad llegaba la prensa.
Controvertido autor
Mas a Martin le agradaba ponerse bajo los focos y particularmente las polémicas. Con ‘Koba el temible’ no solo escribió contra su padre, asimismo contra su amigo Christopher Hitchens, a quien acusó de filoestalinista. Los dos resolvieron sus diferencias en la prensa mas la amistad no quedó perjudicada y cuando Hitchens murió en el dos mil once fue Amis quien pronunció un alegato en su honor.
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Una de las grandes polémicas del autor la desató una entrevista en el dos mil seis en la que urgió a la comunidad musulmana “a poner su casa en orden” por la que fue tachado de islamófilo. “El lslam ha fracasado y no se moderniza”, explicó poco después en una visita a Segovia, en ocasión del Festival Hay. Con los años, el creador matizaría sus palabras y llegaría a arrepentirse de ellas.
Escribió libros esenciales como ‘La flecha del tiempo’, ‘La información’, ‘La viuda embarazada’, su libro más reciente, ‘Desde dentro’, fue publicado en el dos mil veinte, es una autobiografía novelada, a mayor gloria de su increíble ego.