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4 datos que debes conocer sobre la intolerancia a la lactosa

Si alguna vez te has doblado de dolor después de comer un helado o has ido al baño a toda prisa después de beber leche, es posible que tengas intolerancia a la lactasa. Esto ocurre cuando tu cuerpo no puede digerir correctamente los productos lácteos, y acabas con un mundo de dolor. La lactosa es un azúcar natural que se encuentra en la leche y los productos lácteos. Normalmente, después de comer o beber algo que la contiene, una enzima del intestino llamada lactasa la descompone. Pero las personas con intolerancia a la lactosa no producen suficiente cantidad de esta enzima. Así que la lactosa no digerida acaba en el colon, donde las bacterias empiezan a fermentarla. Aquí tienes otras cosas que debes saber sobre la intolerancia a la lactosa:

La intolerancia a la lactosa no es una alergia a la leche

Las alergias alimentarias, como la alergia a la leche o a los cacahuetes, son afecciones autoinmunes. Las personas con alergia a la leche no pueden tomar leche ni productos que la contengan. Las reacciones pueden ser graves e incluso mortales. Si tienes intolerancia a la lactasa, significa que tu cuerpo tiene dificultades para digerir la lactosa, y aunque puedes tener síntomas dolorosos y molestos, no es algo que ponga en peligro tu vida.

La intolerancia a la lactosa puede diagnosticarse

Deshazte de todos los productos lácteos durante unas semanas para ver si tus síntomas mejoran. Para una respuesta más definitiva, habla con tu médico. Querrá descartar otros problemas, como la enfermedad celíaca. También puedes hacerte un análisis de sangre o una prueba de hidrógeno en el aliento. Ambas consisten en comer o beber algo con lactosa, y luego comprobar la sangre o el aliento para ver si hay signos de que no se está digiriendo correctamente.

El calcio sigue siendo importante

Si está eliminando (o reduciendo en gran medida) todos los productos lácteos, querrá asegurarse de incluir otros alimentos que aporten calcio, como las leches no lácteas enriquecidas con calcio, como la de soja, el tofu procesado con calcio, la col rizada, las almendras, el brócoli y los cereales enriquecidos con calcio. 

Es posible que aún pueda comer productos lácteos

Es posible que tengas que probar y equivocarse para saber qué y cuánto puedes tomar, pero algunas personas con intolerancia a la lactosa pueden tomar algunos lácteos, incluso pequeñas porciones de leche, sin presentar síntomas. Algunas personas pueden tolerar el yogur, por ejemplo, porque las bacterias que contiene ya han descompuesto parte de la lactosa. Ten en cuenta que algunos productos lácteos tienen menos lactosa que otros. Por ejemplo, el queso, el yogur griego e incluso el helado contienen menos lactosa que la leche. También puedes tomar enzimas de lactasa antes de comer lácteos. Para más información también puedes consultar Intoleran España.

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