Uno de los aspectos fundamentales para mejorar y mantener la salud es llevar una buena alimentación y una dieta equilibrada. No en vano, no solo incide en el estado físico de las personas, sino también en el buen ánimo. Una dieta sana previene contra las enfermedades e invita a cada uno a sentirse a gusto consigo mismo.
Una dieta equilibrada es aquella capaz de combinar todos los alimentos básicos. Lo ideal es consumir preferentemente los que forman parte de la pirámide alimentaria y reducir aquellos que aportan más calorías. De lo contrario, una mala alimentación puede provocar la aparición de problemas físicos, y estos a su vez desembocar en consecuencias de índole mental.
La psicología como ayuda para una dieta sana
Precisamente, muchos psicologos madrid tratan problemas relacionados con aquellas personas que no se sienten a gusto consigo mismas por razones estéticas. A su vez, estos profesionales pueden tratar otros asuntos relacionados con las adicciones, las diferentes emociones y cómo transmitirlas en jóvenes, padres e hijos, el coaching, etc.
La psicología, por tanto, puede ser un aliado perfecto para la buena alimentación. Precisamente, estudiar la conducta de las personas al comer e identificar dónde está el problema para solucionarlo es un asunto de vital importancia. Además, un mal uso de los alimentos puede llevar al individuo a caer en el sobrepeso, lo que podría generar casos de ansiedad, tristeza o depresión.
El consumo de probióticos
Los probióticos son microorganismos vivos que poseen muchos beneficios para sus consumidores. Su principal función es equilibrar la composición de la flora en el ecosistema intestinal. Por tanto, son ideales para mejorar la salud del intestino y favorecer plenamente la regulación del tránsito.
Por lo general, los probioticos deben incluirse en cualquier dieta por diferentes razones. Alimentos probióticos serían el chocolate negro, el kéfir, el vinagre de manzana, el miso, el yogur, el chucrut, los pepinos agridulces, la kombucha o el tempeh. Estos alimentos favorecerán una correcta digestión, por lo que no deberían faltar en ninguna dieta.
Las dietas de eliminación
Los expertos nutricionistas recomiendan tomar una dieta variada incluyendo una serie de alimentos para un mejor estado del organismo. Sin embargo, no todas las personas son iguales, por los que a unas les sentará mejor unos alimentos que otros. Es aquí donde entran en juegos las dietas de eliminación.
Una dieta de eliminación es aquella en la que se retiran de la dieta alimentos que no le hacen bien a determinadas personas. Algo que suele apreciarse fácilmente en aquellas dietas que tratan de mejorar ciertos problemas en la piel de las personas propensas a sufrir estos trastornos.
El acné o las espinillas suelen estar muy relacionados con la falta de nutrientes en una dieta. Para mejorar estos problemas, las dietas de eliminación reducen por ejemplo la ingesta de lácteos o el consumo de chocolate. Por su parte, se incluyen más ácidos grasos omega 3, antioxidantes y minerales como zinc.
La dieta ideal mientras se toman antibióticos
La dieta de una persona puede variar en función de su estado de salud. No serán los mismos los alimentos que se tomen cuando el organismo está sano que cuando se halle enfermo. Especialmente si la persona está tomando antibióticos, ya que la dieta deberá ser un tanto diferente.
Los antibióticos son capaces de acabar con las bacterias que afectan al cuerpo. Sin embargo, su efecto es tan potente que en ocasiones pueden producir efectos secundarios tales como diarrea, indigestión, pérdida de apetito, etc. En este sentido, una alternativa precisamente son los alimentos probióticos.
Hay muchos nombres de antibióticos para infección de garganta u otros problemas. Entre ellos estarían el Ibuprofeno, la aspirina, el Naproxeno, el Diclofenaco, el Ketoprofeno, la Guaifenesina o el Dextrometorfano. A la hora de tomar estos antibióticos habrá que tener muy en cuenta el tipo de alimentación que se lleva a cabo para no perjudicar la acción del medicamento.
Tal y como puede verse, llevar una dieta sana y equilibrada no es una tarea del todo sencilla. Es por eso que en muchas ocasiones surge la figura del dietista o nutricionista para brindar las pautas necesarias que cada persona necesita.
Pero una vez con la dieta adecuada y combinando a la perfección los alimentos, la persona disfrutará de una mayor calidad de vida.