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Las organizaciones medioambientales lamentan un pacto “sumiso y débil” que no cumple con las promesas y que expone todavía más a los países más débiles frente al cambio climático
“Bla, bla, bla”. Es de esta forma como la joven activista medioambiental Greta Thunberg ha descrito el pacto sellado este sábado en la Cima del Tiempo (COP26) de Glasgow tras días de intensos debates y negociaciones. En ese acuerdo, hasta ciento noventa y siete países se comprometen a diseñar medidas más ambiciosas para mitigar el cambio climático mas asimismo rebajan la reducción de los comburentes fósiles.
Frente a la situación de urgencia global, las oenegés medioambientales han criticado fuertemente el texto. Si bien “se ha mandado la señal de que la era del lignito está terminando”, la directiva ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, ha lamentado que el pacto es «sumiso y enclenque» y que «el propósito de uno con cinco grados apenas está vivo».
The #COP26 is over. Here’s a brief summary: Blah, blah, blah.
But the real work continues outside these halls. And we will never give up, ever. https://t.co/EOne9OogiR
— Greta Thunberg (@GretaThunberg) trece de noviembre de dos mil veintiuno
Ciertos líderes mundiales creen que no viven en exactamente el mismo planeta que el resto», ha apuntado Gabriela Bucher, Directiva Ejecutiva de Oxfam Internacional, que no obstante ve un «paso esencial» en la solicitud de robustecer los objetivos de reducción de dos mil treinta para el año próximo. «Las emisiones siguen incrementando y estamos arriesgadamente cerca de perder esta carrera contra el tiempo».
Los países insulares, más golpeados
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No obstante, asimismo llegan las críticas desde esas zonas que, como las insulares, se ven considerablemente más perjudicadas por el impacto del cambio climático. «Los progresos graduales efectuados en Glasgow no están en consonancia con la emergencia y la escala precisas», ha lamentado Shauna Aminath, Ministra de Medio Entorno de Maldivas. «Para ciertos, las pérdidas y los daños pueden ser el inicio de la charla y el diálogo, mas para nosotros se trata de una cuestión de supervivencia».
«El resultado acá refleja una COP festejada en el planeta rico y el resultado contiene las prioridades del planeta rico. Los países desarrollados no solo no han aportado los cien millones de dólares americanos prometidos a los países más pobres, sino tampoco han reconocido la emergencia de aportar esta ayuda financiera”, ha señalado Mohamed Adow, Directivo de Power Shift Africa. Desde Greenpeace se ha visto el aspecto de las compensaciones como una “estafa” que “pone en riesgo la naturaleza, los pueblos indígenas y el propio objetivo de 1,5C”.