Un récord inesperado
La subasta realizada por RM Sotheby´s ha levantado polémica en cuanto al precio alcanzado. Un Ferrari 250 GTO de 1962 se acaba de convertir en el Ferrari más caro jamás subastado al lograr ser adjudicado a un comprador anónimo por 51,7 millones de dólares o, lo que es lo mismo, 47,6 millones de euros. A pesar de no alcanzar los 60 millones de dólares que esperaban, esta cantidad sigue siendo alguna imponente.
Un Ferrari 250 GTO llamado «El único»
El vehículo protagonista de esta noticia es una de las 36 unidades del Ferrari 250 GTO fabricados por la marca del cavallino rampante entre 1962 y 1964, destinados todos a competición. La particularidad de esta unidad reside en que fue la única que se quedó la propia Scudería Ferrari e hizo competir con sus colores. Debido a esto, se le refiere como «El único». Este automóvil equipaba un potente motor V12 de 3.0 L, con hasta seis carburadores Weber de doble cuerpo, que otorgaba 300 CV a 7.500 rpm y 294 Nm de par a 5.500 vueltas. Además, su palmarés incluye un segundo puesto en los 1.000 km de Nürburgring en 1962, así como la participación en las 24 Horas de Le Mans de ese mismo año.
Un pedazo de historia
A finales de 1962, Ferrari vendió este coche a un piloto italiano llamado Pietro Ferraro. A lo largo de los años fue pasando de mano en mano, hasta llegar al actual dueño, quien lo restauró de manera exhaustiva e impecable después de adquirirlo por medio millón de dólares hace 38 años.
Con esta subasta, se lleva a la historia y se corona como el Ferrari más caro vendido en una subasta.