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Las limitaciones a la movilidad consecuencia de la covid-diecinueve ha han hecho posible ese notable descenso de la siniestralidad
El año de la pandemia del coronavirus cerró con ochocientos setenta fallecidos en accidentes de tráfico en las carreteras interurbanas, lo que significa un descenso del veintiuno por ciento con respecto a dos mil diecinueve.
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Son los datos que este jueves han ofrecido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el directivo general de Tráfico, Pere Navarro, que han informado del cómputo temporal de la siniestralidad vial en dos mil veinte, que contabiliza los fallecidos en accidente a veinticuatro horas (las muertes en las veinticuatro primeras horas del siniestro).
Las limitaciones a la movilidad consecuencia de la covid-diecinueve ha han hecho posible ese notable descenso de la siniestralidad, en un año en el que se han registrado en las carreteras interurbanas setecientos noventa y siete accidentes mortales (asimismo un veintiuno por ciento menos que en dos mil diecinueve), y un descenso del veinticinco por ciento en los desplazamientos de largo recorrido, con trescientos veintiuno millones.