La marcha del directivo general, el ejecutivo responsable de sanear la economía del Barcelona, acentúa la aventura personalista en que se ha transformado la presidencia del club
La renuncia de Ferran Reverter ocasionó el día de ayer una de esas conmociones espasmódicas que afectan periódicamente al FC Barna. Reverter era considerado algo como el Messi de las oficinas, el directivo general que había desarrollado la reconstrucción económica de la entidad. Mas no ha durado más que 8 meses en el cargo. Tras el formalismo de que precisa «dedicar más tiempo a proyectos personales y familiares» se oculta algo que no tardó en trascender por diferentes vías: los desencuentros poco a poco más incesantes entre él y Joan Laporta sobre la administración del club.
La salida de Reverter patentiza que el FC Barna se ha transformado en una aventura personalista de Laporta. La disciplina germánica del CEO, quien aterrizó al club proveniente de un conjunto de distribución de electrónica de consumo en Alemania, del que era consejero encargado, ha colisionado con las formas de marchar de los clubes de futbol y sobre todo con el atrevido estilo del presidente, que pierde a su contrapeso.
A él votaron los asociados y su criterio predomina en todos las esferas del club, en la deportiva y asimismo en las oficinas. Realmente, la renuncia de Reverter viene a fortalecer la idea de que si alguien se siente el Messi de la entidad es el presidente. Desde el momento en que se liberara de las cadenas de los acredites, a inicios de año, hay un Laporta de ya antes y otro de después.
El de ahora es un líder más leal a sí mismo, dependiente de pocos o bien absolutamente nadie y cuya incontenible personalidad empapa el funcionamiento de todo. Es un Laporta que se apoya en un ambiente poco a poco más próximo y es asimismo más condescendiente con sus deudas sensibles en el momento de agregar personal externo.
Salida amistosa
La salida de Reverter se venía cociendo desde hacía semanas. No va a ser inmediata, puesto que conforme fuentes del club seguirá hasta el momento en que se le halle substituto. Según lo que parece, no es tampoco una rotura agria y cargada de testosterona. Sencillamente se ha puesto de manifiesto una incompatibilidad.
Reverter, por servirnos de un ejemplo, se había lamentado de diferentes resoluciones, particularmente de la contratación de ciertos ejecutivos, muchos de ellos cercanos a directivos o bien el propio Laporta y no avalados por su criterio estricto de CEO.
Ferran Reverter deixa el càrrec de directivo executiu del FC Barna
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— FC Barna (@FCBarcelona_cat) ocho de febrero de dos mil veintidos
En este sentido, un catalizador de la renuncia fue el pacto con Spotify, todavía no oficial, para patrocinar la camiseta del primer equipo, del femenino y, por vez primera, el Camp Nou. Discrepancias con retoques y cláusulas cambiadas o bien introducidas sin ser consultado, o bien de las que de forma directa ha discrepado, se interpretan como la gota que llenó el vaso.
Sobre los hombros de Reverter se cargaba la administración diaria del club y en verdad la semana pasada estuvo de viaje por Estados Unidos buscando el mejor pacto para la financiación del Espai Barcelona de mil quinientos millones. A lo largo de este viaje se generaron ciertos de estos cambios con Spotify que le enfurecieron.
Reverter comenzó a conocer que el Barcelona no es una compañía como las que estaba habituado cuando en plena labor enorme de saneamiento se vio en la obligación de censurar a un vicepresidente el consumo a cargo del club de 2 botellas de vino de trescientos cincuenta euros cada una en el stage de Alemania. Mas las discrepancias se han extendido a temas de más calado como, por servirnos de un ejemplo, la relación con CVC o bien las inversiones en fichajes.
Primera aparición de nivel
Reverter fue nombrado CEO del FC Barna el 1 de julio de dos mil veintiuno en vez de Òscar Grau y a lo largo de estos meses ha dirigido el proyecto de transformación del club. Transmitía una imagen de rigor, como se comprobó el día que presentó los resultados de la ‘due dilligence’. Fue su primera aparición pública y también impresionó por su elocuencia al exponer la situación heredada de Bartomeu. Su salida es, puesto que, un golpe para la reconstrucción en marcha.
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Laporta , en todo caso, está habituado a lidiar con crisis internas. Padeció una estampida de consideración en su primer orden. En 2 tandas se le despidieron directivos de peso como Sandro Rosell, Ferran Soriano, Marc Ingla, Javier Faus o bien Evarist Murtra. Y ahora semeja regresar a esa temporada de inestabilidad, justamente ahora en que el equipo se enfrentaba cara una restauración.
Las consecuencias de la salida de Reverter se van a ver en el futuro, si bien la verdad es que Laporta puede sentirse liberado tras la ausencia de acredites que le forzaban a depender de personas que entraron en el club por el simple hecho de ser adinerados, más los recomendados de estos. Cuántos de ellos se terminarán marchando es ahora una incógnita. «Estos meses han sido emocionantes y agradezco al presidente su confianza y, en especial, su entusiasmo y capacidad de liderazgo», puso Reverter en una nota que se esmeraba por visualizar el carácter amistoso de la rotura.