«Hola, estaréis todo el día detrás, con la camarica?». Con un perfecto deje de Jaca, Georgina Rodríguez Hernández avanza entre los focos de paparachi en el vídeo promocional con el que Netflix anuncia su nuevo ‘reality’. Un guion de un cuento de hadas como es de verdad la vida de la ‘influencer’ de España con más millones de seguidores (y una de las diez con más repercusión en el mundo entero), modelo, bailarina, madre, empresaria… y que desde dos mil dieciseis es la pareja de Cristiano Ronaldo, con el que tiene una pequeña y, la próxima primavera, unos mellizos.
Mas alén de la pirotecnia de portadas, ‘stories’ y alfombras rojas poco se sabe de una de las conocidas patrias con más glamour y ceros en la chequera. «Muchos conocen mi nombre, pocos saben quién soy», asegura la protagonista de ‘Soy Georgina‘, «un retrato emotivo y en profundidad» de la mujer que hay tras Instagram y los grandes titulares. La pareja de CR7, que vive en Turín con el futbolista, y donde empezó a rodarse el programa la pasada primavera, va a ir revelando en frente de los focos «todos y cada uno de los aspectos de su vida, desde la parte más pública y famosa hasta la más personal. Vamos a vivir su cada día, su maternidad, su relación de pareja, sus viajes, sus fiestas…», explica la cadena, que confirma que tanto el jugador como sus hijos tienen un peso señalado en el ‘reality’, que se estrena este jueves, veintisiete de enero (de forma casual exactamente el mismo en el que la honrada festeja su 28º aniversario).
Si bien hay quien la equipara con Kim Kardashian, su vida se distingue bastante. Para muestra, estos diez episodios.
«Mi padre [exjugador y entrenador de fútbol] es argentino y mi madre es de Murcia. Fueron a Buenos Aires con mi hermana Ivana [nacida en Granollers en 1992] a fin de que conociesen a la familia de mi padre. Decidieron quedarse un tiempo allá y nací . Mi padre procuró persuadir a mi madre para vivir en Argentina, mas no lo logró y, cuando tenía un año, retornaron a Murcia. Después, nos trasladamos a vivir a Jaca«, ha explicado la «modelo» (como se define a sí Georgina) en una entrevista. De los tres a los diecisiete años vivió en el ayuntamiento oscense, donde, a lo largo de más de una década fue a clases de baile en la Academia de danza de Susana Labra. Este centro, aparte de la catedral y una tienda de chuches de la urbe aparecen en el ‘docu-reality’.
El ballet, su primera pasión
«El ballet ha moldeado mi cuerpo y mi personalidad. La disciplina que la danza me demandó no solamente se refleja en mi cuerpo, sino más bien asimismo en mi forma de ser», ha confesado en ‘Women’s Health’. A lo largo de quince años estudió ballet tradicional, que prosigue practicando como adiestramiento frecuente [los vídeos con sus rutinas de danza fueron un ‘hit’ del confinamiento], pues, además de esto, le aporta valores «como el amor por todas y cada una de las formas de arte, el compañerismo, la disciplina y la relevancia de llevar una vida sana». Por todo eso, sus hijas asimismo lo practican.
Con dieciocho Georgina decidió salir de Jaca y buscarse la vida. Su primer trabajo fue de camarera en Huesca. Cuando ahorró un tanto de dinero, adquirió un billete y se plantó en la capital de España. Tenía diecinueve años cuando se empleó de tendera en Massimo Dutti. Hasta el momento en que dejó la tienda a lo largo de 4 meses para viajar a Inglaterra para aprender inglés (estuvo de ‘au pair’ en Bristol). A la vuelta, estuvo en la tienda Prada de El Corte Inglés ya antes de aterrizar en la ‘boutique’ de Gucci, donde un día de dos mil dieciseis entró por la puerta Cristiano Ronaldo y puso su vida patas hacia arriba. Ahora es la que viste de Gucci, Hermès, Louis Vuitton o bien Dior en las fotografías que sube a sus redes sociales. «He trabajado mucho y he tenido una vida sacrificada y el cosmos me ha retribuido con lo más grande: una familia preciosa», le ha dicho a ‘InStyle’.
5 años, del dos mil diez al dos mil quince, estuvo la entonces estrella del R. Madrid, CR7, saliendo con la supermodelo Irina Shayk, en una relación que la galería no terminó de creerse. Solo un año tras la sonada rotura el futbolista conoció a la mujer de su vida y la estabilidad familiar en aquel encuentro casual en una tienda de gran lujo de la capital de España. «Días después nos volvimos a ver en el acontecimiento de otra marca y fue entonces cuando pudimos charlar en un entorno relajado. Fue amor a primer aspecto para los dos (…). Me llamó la atención la altura, el cuerpo y la belleza. Estaba tremiendo frente a él, mas se encendió una chispa. Soy muy tímida y me agité en frente de una persona que, con una sola mirada, me tocó de forma profunda. Entonces la manera en que Cristiano me trata, me cuida y me ama hizo el resto», explicó años después.
Fruto de su relación con Cristiano, en dos mil diecisiete nació su primera hija, Alana Martina 2 Beatos Aveiro. La pequeña era la cuarta hija del delantero y la primera en no ser concebida por gestación subrogada. Ya antes, habían nacido sus hermanos Cristiano JR (dos mil diez) y los gemelos Eva Maria 2 Beatos y Mateo (dos mil diecisiete). En la actualidad, Georgina y Ronaldo (treinta y seis años) están aguardando mellizos, un pequeño y una pequeña, según lo que parece, que van a nacer en primavera.
A Alana Martina termina de nascer! Tanto a Geo como a Alana estão muito bem! Estamos todos muito felizes! ❤️ pic.twitter.com/nMT4rYc32U
— Cristiano Ronaldo (@Cristiano) doce de noviembre de dos mil diecisiete
De sus facetas profesionales, con la que más se identifica Georgina es con la de modelo, profesión en la que comenzó a triunfar a causa de su noviazgo con CR7. Fue salir con el delantero y despedirla de su trabajo, menos mal que enseguida fichó por la agencia UNO Models (exactamente la misma en la que está Bar Refaeli). Merced a sus ciento setenta centímetros de altura, sus medidas de ochenta y cinco- sesenta y dos- noventa y sus sesenta y uno kilogramos de peso, ha sido portada en ‘Women’s Health’, ‘Harper’s Bazaar’, ‘Love’, ‘L’Officiel’, ‘Cosmopolitan’…). Además, es imagen de diferentes marcas, como Sheglam, Gisada, Armani, Effek… y embajadora internacional de la joyas Chopard.
‘Influencer’ de ‘influencers’
Con sus prácticamente treinta millones de seguidores en Instagram, Georgina Rodríguez puede alardear de ser una de las españolas más influyentes del panorama internacional. Se calcula que su fortuna asciende a prácticamente 9 millones de euros (la tarifa de sus ‘posts’ no baja de los ocho mil euros y el ‘cash’ por entrevista efectuada son unos cien euros). De ahí que, puede permitirse muy, muy caros regalos a su chaval, como el vehículo valorado en ciento ochenta euros que le adquirió por su aniversario.
Como toda buena ‘influencer’, Georgina asimismo ha lanzado -el pasado febrero- su marca de ropa, Om By G, en un caso así concebida para instantes ‘casual’ o bien deportivos, mas exclusivos y de mucho lujo. Su primer modelo, un chándal ‘total red‘ [a 108,95 euros cada una de las dos piezas] voló enseguida de las estanterías virtuales, mas anunció que trabajaba para presentar nuevos diseños.
Rodríguez, que se considera a sí como una persona «fiel y muy familiar» (solo hay que comprobar su Instagram), asimismo prueba de vez en cuando su vertiente solidaria, como la cooperación que sostiene desde hace ya tiempo con la fundación Nuevo Futuro, que ayuda a pequeños y jóvenes sin hogar, y con el banco de comestibles FESBAL.
Alfombras rojas y TV
Desde el momento en que vive con su gran familia en Turín, la modelo se ha transformado en una estrella local y la invitan a todas y cada una de las inauguraciones, acontecimientos y festivales, a los que asiste sola o bien de la mano de Ronaldo. Ya se ha transformado en una frecuente del Festival de Cannes, donde reluce singularmente por sus estilismos, como el del pasado mes de julio, cuando lució un vestido cobrizo café con una enorme apertura en la falda de Jean Paul Gaultier. En España, ha participado en el concurso televisivo ‘Mask Singer’, y asimismo ha ejercido de copresentadora en Sanremo. En ese renombrado festival la de Jaca se atrevió a entonar, con bastante acierto, una canción. Asimismo ha participado en una gala de premios MTV, donde fue la responsable de entregarle un distinción a Rosalía.
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