El belga retorna a Stamford Bridge, donde jugó 4 años en el Chelsea, como baluarte de un R. Madrid que espera que Carlo Ancelotti consiga dar negativo en el test de covid para viajar de manera inmediata a Londres y estar en el banquillo de este miércoles (21:00 horas).
Thibaut Courtois no es un futbolista usual. Alardea de madridismo siendo el portero al que Sergio Ramos marca en Lisboa el gol en el descuento que dejó después al R. Madrid conquistar la Décima. Además de esto, ‘La Jirafa’, como le bautizó Sergio Reguilón, habla con una franqueza que levanta ampollas aun en el vestuario blanco. El la capital de España ha pasado del ‘Ángel’ Casillas a ‘San Thibaut’. No hay partido en el que el belga no realice un par de intervenciones definitivas, como frente al Celta el sábado en Vigo. Courtois es, al lado de Benzema, el bastión del equipo en las últimas temporadas.
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El meta siempre y en toda circunstancia deja titulares frente a los micrófonos. Como tras caer goleados en el Bernabéu frente al Barna (cero-cuatro), al no ocultar su enfado: «Hemos dado una imagen inadmisible. Este escudo merece que luchemos siempre y en toda circunstancia. Un partido puede ir mal, mas hay que pelear. Y lo hemos dejado de hacer en el segundo tiempo… El resultado pudo haber sido mucho peor». Declaraciones que agradaron más a la afición que a un vestuario que acostumbra a lavar dentro sus harapos sucios. Sin embargo, absolutamente nadie se atrevió a llamarle la atención pues el belga salva al la capital española partido tras partido. Hace algunos días Courtois estrenó su podcast ‘Thibaut Talks’ en Spotify, patrocinador del F.C. Barcelona. Algo incómodo para el la capital de España.
‘Tibu’ decidió volver a España para tener a sus hijos cerca y el Chelsea lo vendió al la capital de España. A su llegada Julen Lopetegui promovió la competencia entre Keylor, el portero de las Champions (dos mil dieciseis-dieciocho), y Courtois, lo que descentró al belga. Hoy es un referente madridista dentro y fuera del campo. Thibaut retorna a Stamford Bridge para medirse al Chelsea, club en el que militó 4 temporadas, entre dos mil catorce y dos mil dieciocho. Mas no va a ser la primera vez que defienda la portería visitante, ya que en dos mil catorce fue clave en la clasificación rojiblanca para la final de Champions con sus paradas. Estaba cedido al Atlético por el Chelsea, mas jugó.
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En estos días el belga se deshacía en encomios en su podcast con el aún club de Abramovich: «El Chelsea es un equipo singular para mí. Me asistieron a ser el portero que soy. Me ficharon con dieciocho años y me dieron la ocasión de ir al Atlético, de jugar la Premier y de ganarla. Prosigo teniendo amigos allí». La grada blue, no obstante, le va a recibir con aspereza y chillidos de ‘traidor’ y ‘snake’ (víbora), apodo que le puso al irse.
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El la capital de España desea vengar la supresión del año pasado en semifinales frente al actual vencedor de Europa. Los londinenses viven días difíciles por la salida de Abramovich, dada su proximidad a Putin. A pesar de ello, los blancos, que aguardan que Ancelotti dé negativo a fin de que viaje a Londres, no se fían y aguardan un partido complicado. «Necesitamos ponerle intensidad. El año pasado nos suprimieron en semifinales. Esta vez espero pasar y ganar la Champions, que es lo más grande con un club», apunta el belga. Courtois sueña con ganar la Copa de Europa con el la capital española y el destino podría cruzarle con su pasado, Chelsea en cuartos y Atlético en semifinales. Mas Thibaut vive en el presente: «Veo el escudo del R. Madrid y pienso: ¡Pellizcadme! No es un sueño, ¿cierto?? Jamás imaginé que un día podría jugar en el Madrid».
