Son numerosas las gestiones que son necesarias tras el fallecimiento de un familiar. Una de ellas suele ser el cambio de titularidad del vehículo, y para ejecutarla, es necesario conocer algunos aspectos relevantes.
Cuando una persona fallece son muchos los aspectos que deben cuidarse, especialmente aquellos referidos a las propiedades. Normalmente, la titularidad de las casas suelen ser una preocupación, aunque también pueden surgir inquietudes acerca de la titularidad de los vehículos.
Lo cierto es que, aunque no implica un trámite demasiado complicado, para hacerlo de la manera correcta es necesario tener una serie de conocimientos, ya que muchas cosas pueden variar en cada caso y un pequeño inconveniente puede convertirse en una gran molestia si no se tienen los medios para resolverlo.
Qué tener en cuenta
Lo más probable es que antes de fallecer, la persona haya dejado establecido en un testamento sobre quién va a heredar el vehículo, aunque en el caso de que esto no haya sucedido, por lo general, la titularidad se transfiere al familiar más cercano que vaya a hacer uso de él, con el acuerdo de los demás herederos.
El proceso de cambio titularidad coche por fallecimiento requiere obligadamente los datos del titular del vehículo. Sin ellos es imposible realizar la transferencia, porque es un requisito legal. Ahora bien, una de las situaciones más habituales en casos en los que no se dispone de testamento o declaración de herederos, es que Tráfico no facilite continuar con el procedimiento, lo cual puede resultar realmente desalentador si lo que se quiere es resolver estas cuestiones lo más rápido posible.
Especialmente, si lo que se necesita es vender el vehículo para comprar uno nuevo o hacer un uso urgente del dinero de la transacción. De la misma manera, se presenta un problema si se quiere dar de baja el vehículo o realizar trámites similares, como la transferencia o la matriculación.
En cualquier caso, lo ideal será contactar con una agencia de consultores especializada en el sector, ya que de esta forma podrán despejar todas las inquietudes y facilitar una solución rápida.
Documentación necesaria
A la hora de emprender gestiones como ésta, por lo general, se puede tener una idea de cuáles son los documentos primordiales a presentar. En primer lugar, la escritura de liquidación de herencia completa; seguidamente, el impuesto de sucesiones liquidado; y por último, el impreso de solicitud de transferencia firmado por el heredero, y una fotocopia de su documento de identidad.
Cabe remarcar, de todas formas, que siempre será necesario estar al tanto de cuál es la documentación necesaria en su totalidad, y cuáles son los trámites a realizar. En este aspecto puede ser de gran ayuda el asesoramiento profesional, porque un equipo de profesionales capacitados tendrá los recursos para hacer las gestiones sin ningún tipo de inconveniente, y permitirá que transferir coche sea algo mucho más sencillo.
En ocasiones, estos procedimientos implican la necesidad de matricular vehículos de otro país, debido a que han sido adquiridos por la persona fallecida en el extranjero o motivos similares. Si es así, habrá que tener en mente los impuestos solicitados o el coste de la importación, además de otros requisitos como pueden ser la revisión técnica de parte de un agente autorizado, o la presentación de los documentos pertinentes.
Al tratarse de un vehículo comprado fuera de la Unión Europea, por ejemplo, se deberá contar con un Documento Único Administrativo emitido por la aduana, y abonar los recibos de DUA + IVA. Si, por otro lado, el vehículo fue adquirido en un país dentro de la Unión Europea, habrá que abonar el IVA únicamente.
En el caso de haber sido adquirido a un particular, se deberá presentar el documento de compraventa original, en conjunto con el pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Y si, por último, el vehículo hubiera sido adquirido a través de una empresa, el propietario legal tendrá que presentar las facturas correspondientes a la transacción.
