El blistering y graining son fenómenos que se da en los neumáticos, sobre todo en competición. ¿Sabes por qué ocurre? Te lo contamos en este blog post
En la Fórmula 1, la competición por antonomasia en el automovilismo, se habla por los codos de la potencia de los monoplazas y de la destreza de los pilotos para manejar esos genuinos cohetes. Sin embargo, los neumáticos juegan un papel principal en el éxito o bien descalabro. Los neumáticos, y la habilidad de un conduzco para utilizarlos bien en la F1 y en otra categoría de carreras, pueden marcar la diferencia entre el éxito y el descalabro. Y ahí es esencial conocer qué son el blistering y el graining.
Los neumáticos y la competición
Utilizar los neumáticos de forma sabia y no forzarlos con una conducción demasiado beligerante puede suponer la diferencia entre subir al pódium o bien padecer un accidente. Esto no es, lógicamente, algo que competa solamente al conduzco, sino más bien a todo al equipo. Los neumáticos tienden a tener una ventana de funcionamiento perfecto parcialmente corta, con lo que las cargas, las presiones de funcionamiento y las temperaturas han de ser controladas y controladas lo mejor posible para asegurar unos resultados inmejorables.
De esta forma, por servirnos de un ejemplo, decantarse por el neumático más veloz, que acostumbra a corresponder a un compuesto blando, al principio de la carrera dejará a los pilotos hacer una escapada veloz y sacar una ventaja temprana. No obstante, esto puede provocar ser adelantado por los pilotos que están con el neumático más veloz a lo largo de los tramos medio y final de la competición.
Los equipos emplean complejos programas informáticos para simular sus velocidades de carrera usando diferentes estrategias, mas una cosa que estos sistemas no pueden tomar en consideración son las estrategias que otros equipos están adoptando y la probabilidad de ser bloqueados, así sea por contendientes más lentos, por la naturaleza del circuito o bien por incidentes de la carrera como accidentes y vehículos de seguridad.
Los equipos estudian esmeradamente la probabilidad de semejantes ocurrencias y estas tienen una enorme repercusión en la estrategia. El tiempo asimismo es un enorme factor, puesto que la llegada de la lluvia de forma frecuente manda la mayor parte de las estrategias al traste. Mas uno de los factores más esenciales a tomar en consideración en cualquier competición es la humillación que padecen los neumáticos a lo largo de la carrera y ahí entran en escena 2 términos que todo apasionado debe conocer, el graining y el blistering, en tanto que afectan en buena medida a los neumáticos de los monoplazas de los Fórmula 1.
¿Qué es el graining?
El graining es un género de humillación que afecta a la parte externa de los neumáticos, sobre todo a los delanteros. Se provoca cuando la superficie del neumático adquiere una textura granulosa a raíz de que la superficie blanda y adhesiva de la banda de rodadura del neumático, en contacto con el asfalto de la pista, se desfigura y va perdiendo virutas y pedazos de caucho.
Lo razonable es que estos pedazos se adhieran al asfalto, haciendo que el neumático se “lije” y se consigan mejores posibilidades, en tanto que hay menor fuerza de rozamiento entre el neumático y la pista. Sin embargo, puede acontecer el efecto opuesto. Esto es, la goma que sale del neumático y debería quedar en la pista deja de hacerlo y se adhiere a la banda de rodadura. Con esto, estas virutas y pedazos de caucho se pegan a la banda de rodadura y provocan una sensación de flotamiento y falta de agarre, que produce mayores posibilidades de derrape y más complejidad para supervisar el monoplaza.
Generalmente, el efecto se hace más notable en las ruedas del eje delantero y en el neumático que más se calienta. Y es que la razón primordial de este fenómeno hay que procurarla en la diferencia de temperatura entre el asfalto y el neumático.
Esto puede generarse por una mala elección del compuesto del neumático, una temperatura del asfalto más fría o bien por derrapes o bien frenadas excesivas del monoplaza. Por fortuna, lo más frecuente es que se acabe suprimiendo por sí mismo con el roce con la pista y por la administración de los neumáticos por la parte del conduzco, si bien, eso sí, puede hacer que el monoplaza pierda un tiempo valioso en frente de sus contrincantes mientras que dure esa humillación.
¿Qué es el blistering?
Otra forma de humillación es el blistering, que se da cuando la temperatura interior del neumático alcanza un punto crítico y termina provocando la deformación del dibujo exterior de las ruedas, apareciendo una suerte de ampollas en la goma que pueden producir rupturas de la banda de rodadura y pérdida de agarre.
Al revés que el graining, el eje trasero se lleva la peor parte cuando se degrada por blistering, a raíz de la alta aceleración y la presión que padecen las gomas. Y es que las causas que provocan el exceso de temperatura en el neumático pueden ser diferentes, si bien la más frecuente se asocia con una conducción demasiado beligerante por la parte del conduzco.
Otras razones del blistering son una presión incorrecta de los neumáticos, una mala elección del compuesto de exactamente los mismos, que produzca el sobrecalentamiento, o bien determinadas unas partes del trazado, sobre todo curvas a baja o bien media velocidad, que por su configuración provoquen que la temperatura se dispare en los neumáticos exteriores.
Para ponerle solución a este inconveniente en carrera hay 2 opciones principales: pasar por boxes y mudar el juego de neumáticos o bien aguardar que las “ampollas” desaparezcan con el paso de las vueltas, aguardando a que se gasten para recobrar el agarre. Tanto una como otra alternativa suponen una esencial pérdida de tiempo, con lo que la resolución final debe estar realmente bien pensada tanto por el conduzco como por el equipo.
El blistering y el graining son 2 de los primordiales géneros de humillación del neumático y prueban lo esencial que es cuidar este elemento para conseguir éxitos en la competición, sobre todo en una tan exigente como la Fórmula 1.