Una empresa que insiste en enfocarse en el logro de objetivos, pero en detrimento de la calidad de vida de sus empleados, está irremediablemente condenada al fracaso. Por supuesto, es comprensible que el fin de todo negocio es generar dinero y, para ello, resulta necesario que exista un buen liderazgo, compromiso y normas claras. El problema, sin embargo, surge cuando el bienestar de los profesionales pasa a segundo plano.
Puede que, de haber sido trabajador bajo contrato en algún momento, esto te suene familiar y que hayas confiado en la propuesta laboral de una compañía que, más temprano que tarde, ha acabado por decepcionarte. Desde horarios laborales estrictos, salarios bajos y dificultad para ascender, hasta acoso, maltrato y exigencia de cumplir con turnos que no te corresponden, es común que estas situaciones imperen en un mundo globalizado, en el que a las marcas les resulta cada vez más difícil posicionarse en sus nichos de mercado.
Una oportunidad de crecimiento organizacional
Si eres líder de equipo o buscas ser emprendedor, debes tener presente en todo momento que, a pesar de que tu proyecto es prioridad para ti, la vida de los profesionales a tu cargo no gira en torno a las metas que te has trazado; de hecho, si bien la mayoría de ellos tienen claros sus deberes y procuran cumplirlos de la mejor manera posible, no olvides que desempeñan un cargo en tus oficinas porque necesitan el dinero para cubrir sus necesidades personales, cuidar de sus familias y mejorar sus posibilidades socioeconómicas.
De ahí que tan frecuentemente surjan discrepancias y las tasas de movilidad laboral sean cada vez más altas. Por esta razón, no es raro que muchos directivos con visión de negocios estén partiendo de la responsabilidad empresarial para mejorar la dinámica con los empleados, sin que los intereses de ninguna de las dos partes se vean afectados.
Conoce sus beneficios
Entonces, ¿cómo equilibrar ese deseo crecimiento que te despierta tu giro de negocio con el sentido de respeto y amabilidad que es inherentemente humano? La Responsabilidad Social Empresarial es clave y se entiende como el compromiso que asume una compañía al ser partícipe en el desarrollo sostenible, a través de la colaboración con sus empleados, sus familias e incluso con la comunidad y el medio ambiente, a fin de mejorar la calidad de vida.
Entre sus principales beneficios se encuentran:
· Mejora tu productividad. Contrario a lo que se suele pensar, hacer de tu marca una empresa socialmente responsable no implica dejar de lado la rentabilidad, pues no nos referimos con este término a un modelo de negocios que te obligue cambiar de rumbo en tu mercado, sino que abarca el conjunto de valores que te llevarán a existir a largo plazo. Por lo tanto, antes de hacer tuya la RSE es necesario que comiences siendo responsable con los tus recursos humanos, creando un ambiente laboral digno, en el que exista igualdad de oportunidades. Con el tiempo, te darás cuenta de que el esfuerzo habrá valido mucho la pena.
· Gánate la lealtad de los clientes. Es tu propósito, tu máxima en los negocios y el motivo por el que has diseñado toda una estrategia de mercado: lograr la fidelización de los clientes. Y, si aún no te empapas en el tema, debes saber que la regla básica para ello es cumplir tu promesa de calidad en prestación de servicios y venta de productos; pero, si, además, muestras que te preocupa su bienestar, llegarás a un nivel muy superior respecto a la competencia.
· Haz que la credibilidad sea tu sello. Las organizaciones que sienten un verdadero respeto por su talento humano y lo expresan abiertamente, no solo con palabras, en el trato diario, sino también con hechos, se ganan la confianza de la sociedad y consiguen, a su vez, un mejor posicionamiento en ventas.
· ¡No permitas que te desplacen! Has llegado hasta este punto, eres un empresario o emprendedor con visión y habilidad para negociar, y te ha costado mucho forjarte un nombre, así que no permitas que nada eche abajo todos tus logros. Sabemos que la perennidad de tu empresa representa un motivo de preocupación para ti, por ello, las prácticas socialmente responsables te ayudarán a tomar previsiones para el futuro, disminuyendo las contingencias y permitiendo un mayor control de riesgos.
¡Implementa tu estrategia ahora!
Tu equipo de trabajo constituye la base del proyecto de negocio que has constituido, de modo que, así como un edificio no puede sostenerse sin unos cimientos bien hechos, con materiales de calidad, tu empresa tampoco tendrá el éxito que buscas si no procuras ganarte el respeto y la lealtad de tus trabajadores, valores que se alimentan día a día con un buen clima laboral, remuneración justa y comprensión.
Pero, ¿cómo poner en práctica este aspecto de la responsabilidad social desde la esencia misma de tu empresa? En este apartado compartimos contigo algunas pautas básicas que te serán de utilidad y que dejarán una huella positiva en tu marca.
1. Cumple con la sueldos, beneficios y liquidaciones. Si alguna vez has sido un profesional más, un ciudadano de a pie en busca de una oportunidad de trabajo y has luchado por mantener un puesto, sabrás que cada quincena tiene un enorme valor para tus trabajadores. Puede que tu inversión se haya multiplicado y que, por ende, no te suponga un gran pasivo la remuneración de tu equipo laboral, pero para ellos cuenta cada moneda y, en muchos casos, puede hacer la diferencia entre una despensa llena o un estómago vacío y facturas pendientes que se acumulan. Así que, si deseas apropiarte del concepto de RSE, comienza por ser cumplido con el pago de los servicios prestados por parte de tus empleados.
2. Crea un código de conducta. Ya te hemos hablado del respeto por los profesionales a tu cargo, pero este término también se aplica a la educación en los principios corporativos; es decir, debes dejar clara la línea ética que esperas de ellos y hacer cumplir las normas a cabalidad.
3. Capacita y cumple. Una de las características de la tan afamada generación millennial es que no se conforma con cualquier oferta de trabajo y mucho menos se queda en una compañía donde sus talentos no son valorados. No resulta extraño, por lo tanto, que la rotación laboral haya aumentado de manera tan significativa en los últimos años a nivel global ¿Te preguntas cómo contrarrestar esta realidad? Sé realista con los beneficios que prometes y trata de cumplirlos; asimismo, es buena idea que implementes programas de formación desde el primer momento.
4. Cuida tus espacios y protege al planeta. Es posible que ya sea un enunciado cliché, pero las estadísticas no mienten y el impacto del ser humano en la naturaleza es devastador, así que es momento de que te sumes a ese grupo de empresarios e inversionistas que están intentando que sus modelos de negocio, al igual que el diario vivir en sus oficinas, no suponga un incremento en los daños ya registrados. Asegura un entorno de trabajo sostenible, promoviendo conductas como la separación de residuos, y disfrutarás de sus beneficios a largo plazo.
5. Conoce a tu comunidad. El modelo de empresa todopoderosa, que se valía de la mano de obra local para incrementar sus ingresos, mientras los trabajadores y profesionales a su cargo se desgastaban en sus labores, ha quedado en el pasado. En la actualidad, lo mejor que, como marca, puedes llegar a hacer es fomentar las relaciones con tu comunidad, mediante donaciones, inversiones para el bienestar general, facilitando el desarrollo de todos y mejorando la calidad de vida.
¿Estás listo para dar inicio a una estrategia de responsabilidad social empresarial que deje huella en el mercado? Esperamos que este artículo te haya resultado interesante y que te inste a que considerar todas las ventajas que supone esta estrategia para tu futuro económico y profesional.